KAY PETRE: LA MUJER QUE DOMINÓ EL MOTOR EN LOS AÑOS 30

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Kay Petre: la pionera que rompió barreras en el automovilismo de los años 30

Kay Petre fue una destacada piloto canadiense que marcó un antes y un después en el mundo del automovilismo durante la década de 1930. Reconocida por su valentía y habilidad, logró imponerse en un ámbito dominado por hombres, especialmente en el circuito británico de Brooklands, donde estableció récords que quedaron en la historia.

Primeros años y pasión por el motor

Nacida el 10 de mayo de 1903 en Toronto, Canadá, Kay Petre fue hija de un abogado y pasó parte de su juventud en Inglaterra antes de regresar a su país natal a los veinte años. Fue entonces cuando comenzó a interesarse profundamente por el automovilismo. Su debut en competición tuvo lugar en 1932 en Brooklands, donde condujo un Invicta de 4 litros, iniciando así una carrera apasionante y llena de logros.

Brooklands y la exclusión femenina

El circuito de Brooklands, fundado en 1907, originalmente negaba a las mujeres el derecho a competir en igualdad de condiciones, solo permitiendo eventos femeninos bajo estrictas reglas de vestimenta hasta 1928. A partir de ese año, aunque las mujeres comenzaron a disponer de carreras exclusivas, la participación mixta seguía siendo una rareza y la inclusión plena tardaría más en llegar.

Trayectoria y récords en la pista

En 1933, Kay Petre adquirió un Bugatti Type 35, un coche emblemático de la época, para participar en competiciones más exigentes. Su destreza al volante rápidamente le permitió destacar en Brooklands, donde estableció tres récords significativos:

200 km/h en 1934 con el Bugatti.
207 km/h en 1934 con un potente Delage de 10.5 litros y motor V12.
215 km/h en 1935, nuevamente en Brooklands a bordo del Delage.

Uno de sus récords más notables fue el registrado el 26 de octubre de 1934, cuando alcanzó una velocidad de 129,58 mph (alrededor de 208 km/h), cifra que permaneció sin superar hasta agosto de 1935. Entre 1928 y 1939, Kay fue una de las pocas mujeres que obtuvo la prestigiosa insignia del circuito de Brooklands por superar los 209 km/h, junto a Gwenda Stewart.

Participación en competiciones internacionales y otros eventos

Además de su éxito en circuitos británicos, Patre participó en grandes competencias internacionales. En las 24 Horas de Le Mans, compitió cinco veces entre 1934 y 1939, siendo la mujer con más participaciones en esa década. En 1934, formó equipo con Dorothy Champney terminando en el puesto 13 conduciendo un Riley Ulster Imp.

También fue asidua a carreras como las Brooklands 500 Miles, Double Twelve Hours, el Gran Premio de Montaña, y el Gran Premio Grosvenor, donde se destacó en posiciones superiores frente a competidores masculinos.

Su carrera la llevó incluso hasta Sudáfrica, donde compitió en la temporada de Grandes Premios con un Riley.

Un trágico accidente y un nuevo rumbo profesional

En 1937, durante un entrenamiento en Brooklands, Kay sufrió un grave accidente cuando el coche de Reg Parnell chocó contra el suyo, provocando una volcadura. Quedó gravemente herida y eso significó el fin de su carrera como piloto profesional.

Sin embargo, su vínculo con el mundo del motor continuó. Trabajó como corresponsal para la revista The Daily Graphic y formó parte del equipo de diseño de Austin en los años 50. Su labor fue fundamental en la selección de colores y combinaciones de vehículos como el Austin A40/A50 Cambridge, e incluso aportó en el diseño interior del MINI clásico. Más tarde, fue consultora de color para la British Motor Corporation, ayudando a hacer de Austin una marca más atractiva para las mujeres conductoras.

Legado y reconocimiento

Kay Petre no solo destacó por sus registros y participaciones en circuitos de primer nivel, sino por abrir camino a mujeres en un deporte que tradicionalmente les cerraba las puertas. Su esfuerzo y determinación la han convertido en un símbolo de valentía e inspiración para generaciones de mujeres en el automovilismo y en la industria del motor.

Falleció el 10 de agosto de 1984 en Camden, dejando un legado imborrable como referente femenino en la historia de las carreras y en el diseño automotriz.