Limitaciones de la baliza de emergencia V-16 en carreteras secundarias
La baliza V-16, que se ha convertido en un dispositivo obligatorio para señalizar vehículos inmovilizados, presenta un punto débil claro: su efectividad en carreteras secundarias. En tramos sinuosos, con curvas cerradas o con fuerte luz solar, la señal luminosa intermitente que emite la baliza puede no percibirse con la suficiente antelación para alertar a otros conductores. Además, en condiciones adversas como nevadas, su visibilidad también se reduce considerablemente.
¿Cuál es la respuesta de la DGT?
Para paliar esta limitación, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha diseñado la señal V-27, un sistema complementario a la baliza V-16. Esta señal, conocida técnicamente como un «triángulo virtual», funciona mediante conectividad telemática y sistemas de geoposicionamiento vinculados a la plataforma DGT 3.0. Cuando un vehículo activa la baliza V-16, la señal V-27 se muestra en el cuadro de instrumentos del conductor y, simultáneamente, se envía un aviso a los paneles luminosos cercanos en las principales vías.
La importancia de la conectividad y los límites en carreteras menos transitadas
El funcionamiento óptimo de la señal V-27 depende de que el vehículo y su proveedor estén registrados y conectados a la plataforma nacional de información de tráfico. Esto limita su efectividad en carreteras secundarias y rurales, donde los paneles informativos son escasos o inexistentes y la tecnología conectada no está tan difundida, especialmente considerando que España tiene un parque automovilístico muy envejecido, con una media de más de 15 años.
Críticas y controversias en torno a la baliza V-16
Además de los problemas de visibilidad en ciertas circunstancias, otro aspecto polémico ha sido la conexión telemática exigida a partir del 1 de enero de 2026, fecha en la que solo serán legales las balizas V-16 conectadas. A pesar de que algunos usuarios temen un posible seguimiento por parte de la DGT, el sistema no está diseñado para espiar a los conductores sino para mejorar la comunicación de incidencias en carretera.
También se ha recordado que, en ocasiones, conductores han colisionado con vehículos de emergencia porque no percibieron sus señales luminosas, lo que pone en evidencia que la baliza V-16 no puede garantizar la prevención de todos los accidentes, sobre todo en casos de distracción, fatiga o consumo de alcohol y drogas.
Complementos imprescindibles: el triángulo y otras señales
Aunque la baliza V-16 sustituye al triángulo de emergencia en términos legales para turismos y furgonetas, la Guardia Civil y expertos en seguridad vial aconsejan no prescindir del uso del triángulo o de señales adicionales, especialmente en carreteras secundarias. De esta forma, se asegura una señalización más completa y visible para advertir a otros usuarios de la vía.
El futuro de la señalización en carretera
La implantación progresiva de dispositivos conectados, como la baliza V-16 integrada con la plataforma DGT 3.0 y el sistema eCall (llamada automática de emergencia), representan un avance hacia una movilidad más inteligente y segura. Sin embargo, el envejecimiento del parque automovilístico y la ausencia de infraestructura adecuada en muchas carreteras dificultan la cobertura total, especialmente en zonas rurales y secundarias.
En conclusión, aunque las balizas V-16 son un paso importante en la mejora de la seguridad vial, no son infalibles y requieren de sistemas complementarios como la señal V-27 y, en muchos casos, la señalización tradicional para garantizar una protección eficaz en todo tipo de vías.
