Conducir bajo la lluvia aumenta significativamente el riesgo de sufrir accidentes, especialmente para quienes no están habituados a manejar en condiciones adversas, tal como enfatiza la Dirección General de Tráfico (DGT). La principal dificultad radica en que la lluvia genera un asfalto resbaladizo y reduce notablemente la visibilidad.
Preparación del vehículo para conducir en lluvia
Antes de circular con lluvia, es vital asegurarse de que el vehículo se encuentre en óptimas condiciones para minimizar riesgos:
- Neumáticos en buen estado: con suficiente profundidad en los surcos para evacuar el agua y evitar el aquaplaning. También es fundamental que la presión responda a las especificaciones del fabricante.
- Limpiaparabrisas eficientes: que no presenten desgaste para mantener el parabrisas limpio y garantizar visibilidad clara.
- Luces operativas: sobre todo las de cruce, para aumentar la visibilidad del vehículo ante otros conductores.
- Sistema de frenos en perfecto estado: dado que la distancia de frenado aumenta sobre asfalto mojado.
Cinco reglas básicas para una conducción segura con lluvia
1. Enciende las luces de cruce
Aun cuando muchos coches cuentan con luces diurnas, la DGT recomienda activar las luces de cruce para que otros conductores puedan verte mejor. Las luces antiniebla delanteras se pueden usar en lluvias intensas, pero evita las traseras, que pueden deslumbrar a otros usuarios y solo deben usarse en niebla densa.
2. Mantén el doble de distancia de seguridad
La adherencia sobre mojado disminuye y la distancia necesaria para frenar se incrementa notablemente. Por ello, mantener al menos el doble de separación con el vehículo que te precede no solo reduce riesgos de colisión sino que evita el molesto efecto spray que dificulta la visibilidad.
3. Aumenta la suavidad y reduce la velocidad
Es fundamental evitar maniobras bruscas, tratar la dirección con delicadeza y acelerar o frenar de manera progresiva. Disminuir la velocidad ayuda a prevenir el aquaplaning y el efecto túnel, dos riesgos frecuentes en condiciones de lluvia.
4. Utiliza marchas bajas
Conducir en una marcha más baja permite tener un mejor control del vehículo y responder con mayor rapidez a cualquier situación inesperada. En coches automáticos, se recomienda cambiar al modo manual o utilizar las levas del volante si están disponibles.
5. Precaución con charcos y balsas de agua — evita el aquaplaning
El aquaplaning ocurre cuando una capa de agua impide el contacto entre los neumáticos y el asfalto, haciendo que el coche pierda adherencia y control. Este riesgo se agrava con la velocidad, la profundidad del agua y un mal estado o presión inadecuada de los neumáticos.
Si te encuentras en esta situación, mantén la calma, sujeta el volante firmemente con ambas manos, deja de acelerar y evita frenar bruscamente. Es importante también tratar de pasar con las cuatro ruedas al mismo tiempo por la masa de agua para conservar la estabilidad.
Consejos adicionales para situaciones específicas
Adelantar con lluvia
Siempre que sea posible, evita realizar adelantamientos en lluvia debido a la reducida visibilidad y menor adherencia. Si debes adelantar, aumenta la velocidad del limpiaparabrisas para minimizar el efecto spray, especialmente cuando se trata de vehículos grandes como camiones o autobuses que expulsan mayor cantidad de agua.
Qué hacer si la visibilidad es nula
Si la lluvia es tan intensa que no puedes ver ni ser visto, lo más seguro es detenerse en un lugar adecuado, como un área de descanso o una gasolinera, hasta que mejoren las condiciones.
Siguiendo estos consejos, aumentarás tu seguridad y reducirás el riesgo de accidentes cuando conduzcas bajo la lluvia, consiguiendo una experiencia más segura y controlada sobre asfalto mojado.
