John Carmack, icónico desarrollador de videojuegos y padre de los shooters en primera persona, fue el primer cliente incluido en la lista negra de Ferrari por modificar de forma radical sus coches y desafiar a la marca italiana en cuatro ocasiones.
John Carmack y su relación con Ferrari
John Carmack, conocido por ser cofundador de Id Software y creador de títulos legendarios como DOOM, Quake y Wolfenstein, también ha sido un apasionado de los coches deportivos. En los años 90, tras alcanzar la riqueza gracias a su éxito en la industria del videojuego, Carmack adquirió varios deportivos Ferrari. Sin embargo, su insaciable afán por mejorar el rendimiento de estos coches lo llevó a modificarlos a niveles muy superiores a los estándares de la marca.
Modificaciones que desafiaron a Ferrari
Su primer Ferrari fue un 328 GTS de 1987, un modelo que inicialmente entregaba unos 270 CV con un motor V8 atmosférico. Carmack no tardó en buscar mejorar su rendimiento, pero talleres locales en Dallas se negaban a hacer modificaciones potentes por miedo a represalias de Ferrari, que defiende estrictamente la integridad de sus vehículos.
Finalmente, descubrió a Norwood Autocraft, un taller especializado que ya había modificado modelos Ferrari con potencias por encima de 2.000 CV. Norwood le instaló un sistema de turboalimentación al V8, aumentando la potencia hasta los 500 CV, casi el doble que el modelo original.
Posteriormente, Carmack compró un Ferrari Testarossa cuyo V12 de 390 CV también modificó Norwood con doble turbo, óxido nitroso, neumáticos más anchos y una suspensión reforzada. El resultado fue un superdeportivo capaz de superar los 1.000 CV y con una aceleración de 80 a 240 km/h más rápida que cualquier otro coche de la época.
Además, Carmack adquirió un Ferrari F40, considerado el mejor Ferrari de todos los tiempos, que apenas modificó, salvo un ajuste en la válvula de descarga para exprimir un poco más sus ya casi 500 CV.
La lista negra de Ferrari
Ferrari mantiene una estricta política para preservar la exclusividad y el rendimiento original de sus coches, prohibiendo modificaciones no autorizadas. Para ello, cuentan con una lista negra de clientes que han alterado sus vehículos de manera significativa, negándoles futuras compras en concesionarios oficiales, independientemente de su capacidad económica.
John Carmack fue el primero en entrar en esta lista negra debido a sus modificaciones turbo en sus Ferrari. Cuando intentó comprar un Ferrari F50, sucesor del F40, el mismo concesionario donde adquirió sus anteriores coches le negó la reserva, alegando que desaprobaban las modificaciones de turbo instaladas en sus vehículos anteriores.
A pesar de ello, Carmack consiguió un F50 de segunda mano y siguió reforzándolo con Norwood, quien le incorporó dos enormes turbocompresores Garrett, elevando la potencia a 900 CV. Carmack incluso competía públicamente dejando constancia de estas mejoras, lo cual considera que representa haber \"derrotado\" a Ferrari en cuatro ocasiones.
Legado y cambio de rumbo
Tras años de esta particular confrontación con Ferrari, Carmack decidió alejarse de las modificaciones en coches de lujo. Vendió algunos Ferrari para financiar proyectos aeroespaciales como Armadillo Aerospace, aunque con menos éxito que en el mundo de los videojuegos.
Además, abrazó la movilidad eléctrica tempranamente, adquiriendo uno de los primeros Tesla Roadster y luego un Tesla Model S P100D, al que describió como el mejor coche que ha tenido, pese a no estar del todo conforme con su interfaz.
La historia de John Carmack y Ferrari ilustra cómo una figura pionera en la industria de los videojuegos desafió las estrictas normas de una marca de lujo y dejó una huella imborrable en su cultura, siendo recordado no solo por sus logros en el entretenimiento digital, sino también por su audaz personalidad como cliente y entusiasta del automovilismo.
