Slim Borgudd: De batería de ABBA a piloto de Fórmula 1
La Fórmula 1 es conocida por su universo diverso y fascinante, donde las historias de los pilotos muchas veces trascienden la pista. Un claro ejemplo es la sorprendente trayectoria de Slim Borgudd, un sueco que vivió una doble vida poco común: músico de reconocida fama y piloto de automovilismo de élite.
Un músico con pasión por las carreras
Originario de Suecia, Borgudd fue batería de sesión para ABBA, una de las bandas más importantes y populares de la historia de la música pop. En los años 70, mientras disfrutaba de una exitosa carrera musical, su pasión por los coches y las carreras nunca desapareció.
Su afición le llevó a frecuentar circuitos y a practicar en categorías inferiores de automovilismo como el Campeonato Sueco de Turismos y el Campeonato Escandinavo de Fórmula Ford. Este interés creció hasta alcanzar la Fórmula 3, donde en 1979, con 32 años, obtuvo un destacado tercer puesto en el campeonato europeo, compitiendo codo a codo con pilotos de talla como Alain Prost.
El salto a la Fórmula 1 con el equipo ATS
En 1981 llegó su oportunidad en la máxima categoría del automovilismo con el equipo ATS, un equipo modesto pero que le permitió hacer historia. Su debut fue prometedor al lograr preclasificarse y terminar en decimotercer lugar durante ese primer Gran Premio.
El momento cumbre fue en el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, donde en una carrera marcada por muchos abandonos, Borgudd logró cruzar la meta en sexto lugar, sumando así su único punto en la Fórmula 1. Este logro no pasó desapercibido y animó a ABBA a mostrar su apoyo asistiendo a la siguiente carrera en Hockenheim, donde lamentablemente Borgudd sufrió una avería.
Una breve etapa con Tyrrell y el fin de la Fórmula 1
Gracias a sus actuaciones, Borgudd fue fichado por el equipo Tyrrell para la temporada 1982, conjunto con historial destacado en la F1. Sin embargo, las expectativas no se cumplieron y, tras tres carreras y compitiendo contra talentos como Michele Alboreto, fue despedido. Este episodio marcó el final de su andadura en la Fórmula 1 a los 35 años.
Carreras de camiones y otras aventuras deportivas
Pero la pasión por las carreras no desapareció con la Fórmula 1. Borgudd continuó su trayectoria deportiva compitiendo en las míticas 24 Horas de Le Mans en 1987 y protagonizando una interesante etapa en el Campeonato Europeo de Carreras de Camiones con Volvo, categoría en la que logró varios títulos, destacando el campeonato de 1995.
Un legado multidisciplinar
Slim Borgudd es un ejemplo de cómo se puede combinar el arte con la alta competición automovilística. Su historia, desde las giras musicales con ABBA hasta las pistas de carreras internacionales, demuestra la versatilidad y la capacidad de cumplir sueños incluso en campos aparentemente tan distintos.
Hoy se le recuerda no solo como un piloto que sumó un punto en un escenario de élite, sino como un artista y deportista que cruzó fronteras y dejó una huella única en ambas disciplinas.

