España impulsa con fuerza el coche eléctrico y exige a Europa la prohibición de la venta de vehículos de gasolina en 2035
El Gobierno de España está realizando una inversión considerable para impulsar la movilidad eléctrica en el país, a través de diferentes planes y ayudas que buscan acelerar la transición hacia vehículos electrificados. A esta apuesta firme se une la reciente petición del presidente Pedro Sánchez dirigida a la Comisión Europea, solicitando que se mantenga firme la prohibición de vender coches nuevos con motores de combustión (gasolina y diésel) a partir de 2035, sin posponer más esta fecha límite.
Inversiones y ayudas para la movilidad eléctrica en España
En el marco del Plan Auto 2030, España destina importantes fondos a través de programas como el Plan Auto+, que aporta 400 millones de euros para subvencionar la compra directa de vehículos eléctricos. Además, hay otros 400 millones adicionales para quienes no pudieron acceder a ayudas anteriores, 300 millones para mejorar la infraestructura de puntos de recarga en zonas estratégicas, y alrededor de 580 millones para el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado, que promueve la innovación y producción de vehículos electrificados en el país.
Estas acciones buscan no solo fomentar el uso de coches eléctricos, sino también posicionar a España como un referente en Europa en fabricación y desarrollo tecnológico en esta industria, asegurando la modernización del sector, el fortalecimiento de la cadena de suministro y la protección del empleo ante los cambios estructurales derivados de la electrificación.
La petición de Pedro Sánchez a Bruselas: firmeza frente al retraso
El presidente Sánchez ha comunicado formalmente a Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que España defiende que no se relajen las normativas que establecen para 2035 la prohibición de comercializar vehículos nuevos con motores de combustión. Según Sánchez, este límite es esencial para consolidar la competitividad de la industria española y europea y para evitar que la inversión en tecnologías limpias sufra retrasos peligrosos.
El mandatario subraya que el mercado ya reconoce que los vehículos electrificados son la opción más eficiente y competitiva, y que cualquier demora adicional en implementar esta prohibición pone en riesgo miles de empleos vinculados a la fabricación y desarrollo tecnológico en el sector.
Contexto europeo y debate sobre la transición
No obstante, la postura de España contrasta con la de otros actores clave en Europa. La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) ha presionado durante meses para retrasar los nuevos objetivos de emisiones, lo que ha encontrado apoyo en países como Alemania e Italia, que buscan extender el uso de motores de combustión más allá de 2035.
Este asunto está pendiente de discusión en el Colegio de Comisarios de la UE, y algunas enmiendas en debate incluyen excepciones para coches híbridos enchufables o modelos especiales, en busca de suavizar el impacto en sectores específicos como el de vehículos de alta gama.
El futuro de la movilidad: electrificación y nuevos vehículos urbanos
Además de la electrificación masiva, Sánchez ha promovido la idea de crear una categoría nueva de vehículos eléctricos ultracompactos, inspirados en los kei cars japoneses, para facilitar la movilidad sostenible en entornos urbanos, aunque esta propuesta genera opiniones divididas entre los países miembros de la UE.
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La apuesta de España por un futuro sostenible en movilidad es clara, y la defensa de sus intereses en Europa aspira a garantizar un entorno regulatorio que favorezca la innovación, la competitividad industrial y la protección del empleo, con la vista puesta en una Europa sin emisiones a partir de mediados de esta década.

