El silencio de los coches eléctricos: ¿una amenaza para los peatones?
Los coches eléctricos se caracterizan por su funcionamiento silencioso, una cualidad apreciada por muchos conductores. Sin embargo, esta misma discreción puede convertirse en un riesgo para los peatones, especialmente al circular a baja velocidad, ya que dificulta que las personas detecten la presencia del vehículo a tiempo para reaccionar.
¿Por qué el silencio puede ser un problema?
El bajo nivel sonoro de estos vehículos hace que, en entornos urbanos y zonas peatonales, peatones vulnerables como niños, personas mayores o con discapacidad visual tengan dificultades para percibir su acercamiento. Esto puede aumentar la probabilidad de accidentes, sobre todo al cruzar calles o al salir de aceras y estacionamientos.
Investigaciones recientes sobre la seguridad de peatones y coches eléctricos
Aunque la preocupación existe, un estudio reciente de la Universidad de Leeds analiza miles de siniestros en el Reino Unido entre 2019 y 2023 y concluye que los coches eléctricos no representan un mayor riesgo de atropello ni generan lesiones más graves que los vehículos de gasolina o diésel.
Este resultado se atribuye, en parte, a que los coches eléctricos modernos incluyen sistemas de seguridad avanzados como la frenada automática y la detección de peatones, además de que desde 2019 es obligatorio que incorporen un sistema de alerta acústica a baja velocidad (AVAS), que emite sonidos artificiales para avisar a los peatones de su presencia.
Medidas tecnológicas y políticas para mejorar la seguridad vial
Para mitigar el riesgo asociado al silencio de los vehículos eléctricos, diferentes fabricantes y reguladores han implementado estas alertas sonoras que ayudan a mejorar la percepción del vehículo en movimiento. Además, la combinación de tecnologías de asistencia al conductor y un diseño urbano pensado en la seguridad de peatones sigue siendo fundamental para reducir cualquier peligro.
En definitiva, aunque el menor ruido de los coches eléctricos puede generar incertidumbre sobre la seguridad de los peatones, los estudios científicos actuales indican que no hay un aumento significativo del riesgo asociado. La adopción continua de sistemas de alerta y asistencia, junto con políticas urbanas adecuadas, permitirán que la convivencia entre vehículos silenciosos y peatones sea cada vez más segura.

