Stellantis enfrenta un momento crucial. Tras un periodo marcado por dificultades bajo la dirección del ex CEO Carlos Tavares, el grupo automotriz ha adoptado una nueva estrategia más pragmática y enfocada en la recuperación rápida: vender vehículos a toda costa.
Un cambio de paradigma: vender más, aunque sea con márgenes menores
Durante los últimos cinco años, muchas marcas automotrices prefirieron reducir el volumen de ventas para maximizar el beneficio por unidad vendida. Stellantis fue uno de los principales exponentes de esta tendencia bajo el liderazgo de Carlos Tavares, quien impulsó márgenes con recortes de costes y elevación de precios, logrando beneficios de doble dígito.
Sin embargo, el crecimiento de los vehículos eléctricos (VE) no ha sido tan rápido ni sólido como se esperaba. Esto, sumado a una importante caída en las ventas globales, especialmente en Estados Unidos (-15%), donde los coches del grupo se perciben como muy costosos, puso en aprietos a la compañía.
Antonio Filosa y la urgencia de aumentar el volumen de ventas
Desde que Antonio Filosa tomó el mando en junio de 2025, ha impulsado un mensaje claro: la prioridad es aumentar las ventas sin importar tanto los márgenes. Esto implica volver a vender en grandes cantidades, incluso a través de flotas o a clientes institucionales, canales que tradicionalmente generan poco o ningún beneficio pero ayudan a mantener la producción y cuota de mercado.
El enfoque de Filosa es revertir la caída en la cuota de mercado, sobre todo en Estados Unidos, donde Stellantis alcanzó su nivel más bajo desde la fusión con Fiat Chrysler, con menos del 8% de participación en el mercado.
Fortalecimiento de marcas y productos clave
Además de fortalecer ventas masivas, Stellantis está reevaluando su portafolio para ofrecer modelos que realmente demandan los consumidores. En Europa, eso significa regresar a las alternativas híbridas como opción intermedia frente a los eléctricos puros. Por ejemplo, el nuevo Fiat 500 híbrido, que parte desde un precio competitivo, busca compensar el pobre rendimiento comercial del 500 eléctrico.
En Estados Unidos, la apuesta es clara: reforzar las marcas Jeep y Ram, famosas por su rentabilidad y fidelidad de clientes. Se ha decidido revivir motores tradicionales como el V8 HEMI y relanzar modelos populares como el Jeep Cherokee para reconquistar terreno.
Reorganización interna y evaluación de marcas
Filosa también está analizando el futuro de las 14 marcas que forman Stellantis, algunas duplicadas o con poco futuro. Este proceso es particularmente delicado con las italianas, como Alfa Romeo y Maserati, que cuentan con fuerte arraigo nacional y políticos, y que en el pasado fueron objeto de intentos de recuperación por parte del carismático Sergio Marchionne.
En contraste, marcas europeas con menor impacto, como Opel, DS o Lancia, podrían enfrentarse a una reducción o transformación para simplificar y potenciar el grupo.
De PSA a Fiat Chrysler: un cambio en la identidad corporativa
Bajo la gestión de Carlos Tavares, proveniente de Peugeot PSA, Stellantis fue vista como una prolongación de PSA. Con Antonio Filosa, originario de la antigua Fiat Chrysler y con amplia experiencia en el mercado norteamericano, el grupo vuelve a orientarse hacia sus raíces americanas, buscando maximizar su ventaja competitiva allí.
Perspectivas a corto y medio plazo
Los próximos meses serán definitivos para consolidar la estrategia impulsada por Filosa. La temporada alta de ventas fin de año en Estados Unidos ofrecerá una oportunidad para estabilizar la compañía, recuperar confianza y presentar un plan de crecimiento a largo plazo que asegure la viabilidad y competitividad de Stellantis frente a la transformación global de la industria automotriz.
Filosa apuesta por un Stellantis más flexible en su oferta, enfocado en la demanda real, con una estructura adaptada a nuevas prioridades comerciales y con especial atención a las marcas y mercados donde el grupo puede volver a destacar.

