En los últimos años, ha ido en aumento la tendencia de conducir a bajas revoluciones. Esto se debe a que los fabricantes de coches han empezado a instalar cajas de cambio con desarrollos más largos y/o mayor número de relaciones.
Esta estrategia tiene como objetivo reducir el consumo de combustible, pero si no se usa correctamente puede tener consecuencias negativas para el motor y el bolsillo del conductor.
En este artículo, vamos a analizar los inconvenientes de conducir a bajas revoluciones y veremos cómo evitarlos.
Un motor funciona de forma óptima dentro de un rango de revoluciones determinado. Si se conduce a bajas revoluciones, el motor no está funcionando a su máxima eficiencia y puede sufrir daños.
Problemas de conducir a bajas revoluciones:
- Aumento del desgaste del motor: El motor tiene que trabajar más para mover el coche a bajas revoluciones, lo que puede provocar un desgaste prematuro de las piezas.
- Pérdida de potencia: El motor no tiene la potencia suficiente para acelerar con rapidez o superar pendientes.
- Aumento del consumo de combustible: A bajas revoluciones, el motor tiene que quemar más combustible para generar la misma potencia.
En el caso de los coches con motores turboalimentados, conducir a bajas revoluciones puede ser especialmente perjudicial. El turbocompresor necesita girar a altas revoluciones para funcionar correctamente, por lo que si se conduce a bajas revoluciones, el turbocompresor puede sufrir daños.
Además de los problemas para el motor, conducir a bajas revoluciones también puede tener consecuencias negativas para el bolsillo del conductor.
Como se ha mencionado anteriormente, a bajas revoluciones el motor tiene que quemar más combustible para generar la misma potencia. Esto significa que el consumo de combustible aumenta, lo que se traduce en un mayor gasto en gasolina o diésel.
Por lo tanto, es importante saber cómo conducir a bajas revoluciones de forma correcta para evitar daños al motor y al bolsillo.
Consejos para conducir a bajas revoluciones de forma correcta:
- Evita conducir a bajas revoluciones en frío: El motor necesita alcanzar su temperatura de funcionamiento óptima para funcionar de forma eficiente.
- No te quedes en punto muerto durante mucho tiempo: El motor sigue funcionando cuando el coche está en punto muerto, lo que puede provocar un desgaste prematuro.
- No utilices la marcha más larga posible en todo momento: Si el motor no tiene suficiente potencia para mover el coche con facilidad, es mejor bajar una marcha.
Averías comunes de circular a bajas rpm.
Si habitualmente conduces a bajas revoluciones habrás notado que al acelerar el coche no responde rápido o sientes vibraciones , el motivo es que entra más cantidad de combustible de necesario en la cámara de combustión y el motor no es capaz de gestionarlo con rapidez al no encontrarse en su rango recomendado.
El resultado es que las siguientes piezas tienen que sobreesforzarse para compensar la situación.
- Bielas.
- Cilindros.
- Válvula EGR.
- Caja de cambios.
- Pistones.
- Filtro antipartículas DPF.
Ese sobreesfuerzo provoca el desgaste prematuro de todas esas piezas sincronizadas con el motor y el sistema de transmisión.
Conclusión.
Conducir a bajas revoluciones puede ser una buena forma de ahorrar combustible, pero es importante hacerlo de forma correcta para evitar daños al motor y al bolsillo.
Siguiendo los consejos que hemos dado en este artículo, podrás conducir a bajas revoluciones de forma segura y eficiente.
